COVID-19

La educación es un derecho que siempre se debe proteger, aún en las circunstancias más ásperas y especialmente en ellas. En una emergencia, la educación puede proporcionar una sensación de normalidad, estabilidad, estructura y esperanza, y proporcionar elementos básicos para la estabilidad económica futura, proporcionando además elementos esenciales para la estabilidad económica en el futuro.Madre e hija estudiando online

En el contexto de esta pandemia global, es importante destacar que la prioridad no es cómo salvar el curso, sino cómo salvar el derecho a la educación.

No será posible volver a la normalidad si no asumimos que nos encontramos ante una situación de extrema delicadeza y de gran emergencia. Y difícilmente superaremos esta crisis si sólo recurrimos a las soluciones que aplicaríamos en condiciones “normales”. Los procesos, las herramientas, las estrategias o las metodologías que hemos aplicado hasta ahora pueden no ser eficaces en el contexto de incertidumbre en el que nos encontramos.

Es por ello, que Epysteme se ha sensibilizado con la situación en la que muchos padres y educadores se encuentran, requiriendo del uso de medidas alternativas para evitar la abrupta e inesperada parada en la formación de los niños, hemos decidido adaptar nuestro contenido – realizado por profesionales, avalado desde 2007 y utilizado por familias y escuelas de todo el globo durante 13 años – para dar soporte a padres y educadores durante esta pandemia.

Enseñar y aprender en la virtualidad

Never stop learning!La diferencia más importante entre la educación presencial y la online reside en el cambio de medio y en ser capaz de optimizar y reconocer cada herramienta que tenemos a disposición.

Nosotros creemos en actividades de aprendizaje diseñadas en base a estrategias de enseñanza de corte activo, un sistema constructivista, donde ponemos al estudiante en el centro del proceso, dichas actividades son las que obtienen los mejores resultados en medios de aprendizaje no presenciales.

En Epysteme creemos firmemente que la clave para trabajar de forma remota es hacer uso de la flexibilidad que brindan las nuevas tecnologías para adaptarse a los métodos de enseñanza tradicionales además de amenizar algunas actividades convirtiéndolas en juegos, ofreciendo así un entorno sin contacto, no presencial y óptimo para una educación completa, flexible, interactiva y personalizada.